El cruce de los destinos

febrero 14, 2025

El cruce de los destinos

En una concurrida ciudad, existía una intersección conocida como «El cruce de los destinos». Nadie sabía exactamente por qué la llamaban así, pero quienes pasaban por ella aseguraban que sus días tomaban giros inesperados.

Una noche, Laura, una joven abogada que solía seguir estrictamente las normas de tránsito, se encontró con un dilema. Había tenido un día agotador y, al acercarse a la intersección, vio que el semáforo peatonal estaba en rojo. Pensó en cruzar sin esperar, pues la calle parecía despejada. Sin embargo, algo en su interior la hizo detenerse.

Justo en ese instante, un motociclista pasó a gran velocidad sin respetar el semáforo en rojo. Si Laura hubiera cruzado, el resultado habría sido fatal. Respiró profundamente, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo. Minutos después, mientras esperaba la luz verde, vio una billetera en el suelo. Al recogerla y revisarla, encontró documentos que pertenecían a un hombre llamado Carlos Muñoz.

Decidió buscarlo y devolverle su billetera. Carlos resultó ser un empresario en busca de una abogada confiable para un caso importante. Ese pequeño gesto de respeto por las normas cambió no solo su día, sino su destino profesional.

Por otro lado, Juan, un taxista impaciente, ignoró la misma intersección y decidió cruzar en amarillo acelerando. Minutos después, fue detenido por un agente de tránsito y recibió un comparendo por su imprudencia. Furioso, alegó que «nunca pasaba nada» en ese cruce. Días después, al recordar lo ocurrido, comprendió que sus decisiones al volante tenían consecuencias y que quizás la multa había sido una lección para evitar una tragedia en el futuro.

Moraleja: Respetar las señales de tránsito puede parecer un acto insignificante, pero en cada decisión prudente se esconde la posibilidad de cambiar nuestro destino.

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